Todos sabemos de la importancia de reciclar pero, ¿conocemos bien los colores del reciclaje? ¿sabemos qué debemos o no debemos echar en cada contenedor?. Si a alguno de ustedes les preguntan cuántos contenedores de diferentes colores hay, seguro que les viene a la cabeza los típicos azul, verde y amarillo. Pues bien, no solamente existen estos, sino que también nos podemos encontrar con otros de color rojo, gris o verde oscuro y naranja, además de los mencionados anteriormente.
¿Y qué tipo de productos deben ir a cada contenedor? Para empezar, debemos saber diferenciar los materiales de los que están hechos los envases o productos que usamos a diario. Así conseguiremos hacer una buena separación para un correcto reciclaje.
Los colores básicos del reciclaje son:
Color azul (papel y cartón): se deben depositar todo tipo de papeles y cartones, así como envases de cartón, cajas o envases de alimentos. Folios usados, periódicos, revistas y sobres, entre otros, también deben ser depositados. Cuidado con los briks, las fotografías, papeles sucios y platos, tazas o vasos de papel y servilletas, porque no son productos que se deben depositar en este tipo de contenedores.
Para un buen uso del contenedor azul, se recomienda plegar al máximo el papel y el cartón, para ahorrar espacio. También se debe retirar las grapas, los canutillos y los plásticos que puedan llevar incorporados los papeles o cartones.
Color amarillo (plásticos y latas): Como bien hemos nombrado anteriormente, los briks, así como los platos y vasos desechables, son los productos que más confusión crean a la hora de reciclar. Estos materiales, junto con las latas de conservas y de refrescos, deben ser depositados en este tipo de contenedores. Aquí también debemos de echar todo tipo de envases y productos fabricados con plásticos como botellas, envases de alimentación o bolsas. Para un perfecto reciclaje se recomienda vaciar siempre los envases e intentar que estén lo más limpios posibles. También es aconsejable plegarlos para ahorrar espacio y no introducir unos envases dentro de otros.
Color verde (vidrio):Aquí deben ir a parar todas las botellas de vidrio, independientemente de su color. También depositaremos los frascos de conservas y cualquier tipo de recipientes de vidrio. Tendremos que tener en cuenta que, cualquier otro tipo de material como tapones, chapas, tapas, etc. deben ser depositados en el contenedor amarillo.
Otro de los errores más comunes a la hora de utilizar el contenedor verde es al deshacernos de bombillas, cristales de ventana, espejos, gafas, vasos y copas de cristal, entre otros, que deberán ser dejados en los contenedores de color gris.
Color gris o verde oscuro (restos de residuos): Son los más numerosos en la mayoría de núcleos urbanos, aunque con una mayor concienciación ecológica y gracias al compromiso de todos, deberá llegar a ser el contenedor que menos residuos recoja en el futuro. Principalmente se deposita en ellos materia biodegradable, es el contenedor para lo no reciclable: copas y vasos de cristal, bombillas, espejos… y todos los productos que no hemos podido depositar en ninguno de los contenedores anteriores.
Los contenedores de color rojo y de color naranja son menos habituales. A estos últimos están destinados todos los materiales orgánicos y los desechos considerados como peligrosos así como baterías, pilas, insecticidas, aceites, aerosoles o productos tecnológicos, serán depositados en los contenedores de color rojo. Estos últimos, aunque son muy poco habituales, son los que más evitan una contaminación ambiental.