El hidrocorte consiste en el corte de estructuras mediante el uso combinado de agua y arena abrasiva proyectados a ultra presión por una boquilla de diámetro reducido. Esta boquilla está soportada por unas guías que consiguen un desplazamiento preciso sobre la zona a cortar, lo que permite que los trabajos sean rápidos, poco destructivos, limpios debido a que no generan polvo y especialmente aconsejables para atmósferas explosivas o inflamables, puesto que no se alcanzan temperaturas elevadas.