La sociedad en la que vivimos en el siglo XXI se caracteriza por el consumo desorbitado e insostenible y el consiguiente desaprovechamiento de los recursos naturales, afectando de manera irreversible al medio ambiente y haciendo que los efectos nocivos que sufre el entorno natural sea cada vez más peligroso.
Una de las soluciones que se plantean ante esta problemática es, desde el punto de vista teórico, la concienciación sobre este hándicap a la ciudadanía, pero sin lugar a dudas lo que más funciona a nivel práctico no es ni más ni menos que la gestión de los residuos.
Es decir, la importancia de una buena gestión de residuos es clave, e incluso podríamos afirmar, que es trascendental a la hora de favorecer el desarrollo sostenible.
La gestión de residuos es uno de los puntos que cada vez se tienen más en cuenta en España, de ahí la necesaria implantación y adaptación de diferentes normativas en esta área medioambiental.
Además, cada vez se pone más énfasis en que el hecho de velar por los recursos naturales, impidiendo el desaprovechamiento de los recursos, así como realzando el resultado de una buena gestión de residuos, es una de las máximas de nuestro derecho a un medio ambiente adecuado tal y como señala la Constitución española.