A la hora de tratar residuos industriales es de suma importancia seguir un proceso específico, empleando la tecnología más avanzada y contando siempre con los servicios de empresas y personal cualificados para la tarea.
Una gestión y un tratamiento incorrectos de los residuos industriales, puede acarrear graves consecuencias medioambientales.
¿Por qué tratar los residuos industriales?
El objetivo de todo proceso de tratamiento de un residuo es, en última instancia, que dicho residuo o la mayor parte de este, pueda ser reciclado o reutilizado en otros procesos. Para ello, es necesario reducir al máximo su toxicidad. De esta manera, incluso aquellas partes del residuo que no puedan ser reutilizadas podrán ser almacenadas sin suponer un riesgo para la salud medioambiental.
¿Qué tipos de tratamiento para residuos hay?
Hay diferentes tipos de tratamientos a los que los residuos industriales pueden ser sometidos, dependiendo también de la tipología del residuo:
- Tratamientos físicos de residuos industriales: los tratamientos físicos consisten en someter al residuo a una serie de procesos físicos, tales como el centrifugado, el decantado u otros similares. El objetivo es eliminar su toxicidad o reducirla lo suficiente como para que pueda ser almacenado en un vertedero o reutilizado en otros procesos.
- Tratamientos biológicos: los tratamientos biológicos consisten en someter a los residuos a fermentaciones o digestiones por parte de microorganismos hasta que dejan de ser tóxicos para el medio y la salud.
- Procesos químicos para el tratamiento de residuos industriales: dependiendo de su composición, algunos residuos industriales pueden reducir su toxicidad tras pasar por procesos químicos como reacciones de distinto tipo o neutralizaciones.
- Incineración: la incineración suele ser el método más eficaz a la hora de deshacerse de residuos industriales. Este proceso, no solo reduce el volumen de los residuos, sino que permite que se genere energía partiendo de ellos. Sin embargo, este tratamiento ha de hacerse en incineradoras preparadas, puesto que el humo y la ceniza, pueden ser igualmente tóxicos y no deben soltarse a la atmósfera ni al medio sin tratamiento previo.
- Vertederos: desafortunadamente, no todos los residuos pueden ser tratados, reciclados ni destruidos sin riesgos para el medioambiente. Este tipo de residuos se almacenan en vertederos especialmente diseñados y preparados para guardar este tipo de residuos de una forma segura, sin que se hagan filtraciones al subsuelo o a posibles aguas subterráneas.
Es responsabilidad de las industrias estar al corriente del tipo de tratamiento que deben recibir los residuos que generan y asegurarse de que dichos residuos son tratados por el personal cualificado necesario.